martes, 13 de septiembre de 2011

Te viviré de lejos

Te viviré de lejos, no haré ruido, me quedaré muy quieto, lo negaré todo, decía el poeta amante a quien amó sin deber hacerlo. Por eso se ansía esa humanización de las veredas, ese desembarco en las largas y cadenciosas arenas que vieron partir a Ulises una mañana, aún por despuntar el día, y que en manos de Pascual Cándido parecen obra de un Dios en su sexto esfuerzo, aún despreocupado por poblar de Adanes su Paraíso nuevo. Nadie llora en esos cielos excluyentes, ni se oyen los ecos del lamento del guerrero abatido en la batalla aún no librada. Todo tiene el calibre de la virginidad despreocupada, y por tanto hermosa, porque no se debe a algo ni a nada, la que incluso se desconoce a sí misma e ignora sus propias potencialidades. 


Fragmento del texto de Antonio Arbeloa




2 comentarios:

  1. Muchas felicidades por este blog
    Haces unas acuarelas fantásticas con una muy buena soltura.

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  2. Muchísimas gracias, intento aportar mi granito de arena a este medio tan apasionante como es la acuarela.

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